“Estamos viviendo un infierno en la tierra. Yo le pido a mi esposo que si está vivo que se entregue, para que acabe esta pesadilla. En esta familia nadie duerme y todo el mundo vive llorando”, dijo Mariela D’Oleo al ser entrevistada en su vivienda del sector Cansino Adentro, en el municipio Santo Domingo Este.
García desapareció sin dejar rastro luego de cambiar un cheque por la suma RD$5,416,498.32 de la constructora donde trabajaba.
Mariela definió a su esposo de 27 años como “un hombre amoroso, serio y trabajador que tenía todos sus papeles listos para inscribirse" a estudiar ingeniería civil en la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
“Iba a estudiar ingeniería, dijo, para luego de graduarse quedarse trabajando en la constructora donde tiene cinco años como mensajero y su propietario le tenía mucha confianza y le daba un buen trato”.
“Es un hombre amoroso con su madre, con su hijo, conmigo y muy querido en el barrio. Yo no entiendo cómo se pudo haber ido con cinco millones, si es que lo hizo”, declaró.
Refirió que su marido la semana pasada fue a cambiar un cheque de más de 14 millones de pesos, por lo que le resulta extraño que con una suma menor se haya autorrobado.
Uno de los propietarios de la constructora, Edward Almonte, reveló que el joven mensajero no tenía instrucciones de retirar dinero en efectivo. En el número 26 de la Max Henríquez Ureña, dirección de la compañía, figura el logo de otra empresa de ingenieros.
Contó que a la 1:40 de la tarde del lunes pasado se comunicó con García Rojas por teléfono, éste le dijo que en el banco había mucha gente y que podría durar hasta una hora y media más. Sin embargo, cuando volvió a llamarlo, éste ya no tomaba el teléfono.
Explica que, sin embargo, el vídeo de la seguridad bancaria muestra que cinco minutos después de esa llamada él estaba recibiendo el dinero en efectivo y se ve saliendo tranquilamente de la sucursal y a la vista de todos montarse solo en su motor y arrancar. El vídeo fue examinado por los investigadores de la Policía.
Lo que muestra el vídeo fue confirmado también de manera verbal por el vigilante de la oficina bancaria, quien identificó al mensajero porque éste acostumbraba a ir a esa sucursal a hacer transacciones similares de la constructora.
El ejecutivo de la constructora señala que García Rojas era una persona de confianza y que venía trabajando con ellos desde hace cinco años.
En tanto, la familia, aunque insiste en que no ha tenido contacto con García Rojas, pidió a la Policía Nacional que tenga el cuidado de que éste “no muera en un intercambio de disparos”.
Clara Rojas, madre del joven mensajero, afirma que su familia se ha derrumbado por éste caso. Aseguró que la noche del lunes fue detenida por la Policía junto a otro de los hijos suyos y la esposa de García Rojas y que los pusieron en libertar la noche del miércoles.
F:ELSIGLO21
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